¡Buenos días!
¿Listo para comenzar una nueva semana? Aquí sí. He despertado realmente temprano para ir a buscar cerezas. Comenzamos la campaña la semana pasada y estamos cosechando todos los días, al ser una campaña corta (solo mayo y junio) es bastante intensa.
Lo bueno con respecto a las cerezas, es que conforme pasan los días, más dulces y sabrosas se van poniendo. Además, cosechamos diferentes variedades de este delicioso y pequeño fruto. Pero hoy no te voy a contar sobre variedades de cerezas, sino de otro de nuestros productos especiales.
También es rojo pero la diferencia es el tamaño y que es 100% de estas tierras. Estoy hablándote del tomate valenciano. Que como toda delicia, es una joya, pero está envuelto en un dilema…
¿Has oído hablar del dilema del tomate valenciano? Me refiero a los tomates de variedades tradicionales que cultivamos aquí, en la huerta de Valencia. Esos que, si los pruebas en su punto justo, te hacen cuestionar todo lo que creías saber sobre el sabor de un tomate. Pues bien, tienen un problema: no soportan muy bien los viajes…
Pero, ¿Te adelanto algo? Nosotros encontramos la solución para que puedas probarlo 😉. Es en realidad una solución sencilla, pero déjame que te siga contando sobre el dilema.
El otro día, hablándolo con unos compañeros agricultores, comentábamos que el tomate valenciano está atrapado entre su propio éxito local y su dificultad de salir de casa. La fruta está buenísima, pero es tan delicada que no resiste bien el transporte. No aguantan días en cámaras, ni golpes, ni largas rutas. Son tomates de piel fina, con agua, sabor, y textura auténtica… pero no para empaquetar a loco y enviar sin cuidado alguno.
Por eso en Campos del Abuelo, luego de probar, trabajar y pensar mucho, pudimos dilucidar cómo hacer para que llegue bien a nuestros clientes. Es en realidad algo muy simple: lo cosechamos y enviamos el mismo día. Además, se saca de la planta “pintón”, como decimos aquí. No maduro del todo, sino cerca de su maduración, pero lo suficientemente firme como para que soporte el transporte.
Míralo creciendo en nuestra huerta 🤩:
Aquí lo conocemos, lo apreciamos y lo esperamos con ganas cada año. En casa, más de una vez hemos bromeado con que el primer tomate bueno del verano marca oficialmente el inicio de la temporada. Pero claro, fuera de Valencia, muchos ni han oído hablar de él. En los supermercados no suele estar, porque simplemente no puede estar: no resiste la maquinaria industrial y los requisitos logísticos del supermercado moderno.
Y esto tiene una parte positiva. Gracias a esa “debilidad”, este tomate ha logrado esquivar las redes de la producción masiva. No se ha convertido (todavía) en una variedad que conoce todo el mundo, sino en un tesoro de consumo local. Y poder compartirlo contigo, es algo que nos emociona.
Todos los años, impulsamos un poco más a este tomate para que llegue más lejos. Es el orgullo de nuestra huerta y queremos que lo conozcas. Y ahora no sólo conoces el dilema en el que está envuelto el tomate valenciano, sino también su solución.
Nosotros, como siempre, vamos a seguir cultivando con paciencia. Porque aunque no llegue lejos, el sabor queda.
Además del tomate valenciano seguimos teniendo naranjas valencias y ¡Recuerda! Cerezas de montaña de cosecha limitada y cultivadas en un microclima de altura.
Gracias por estar del otro lado, hasta la semana que viene.
¡Un fuerte abrazo!