¡Buenos días!
Con la llegada de la Semana Santa, desde aquí en el campo queremos enviarte un saludo muy especial. Para muchos es un momento de descanso, para otros de reencuentro con la familia, y para la mayoría… una esperada pausa en mitad de una temporada que ya viene apretando fuerte. Y la verdad, ¡menuda falta nos hace! 😅
Por eso, cumplo con dar el aviso: hoy es el último día para hacer tu pedido para Semana Santa. Hoy lunes pasa el transporte para las entregas de mañana, pero ya luego no estaremos haciendo envíos. Aquí no vamos a parar de trabajar, pero con los envíos volveremos el martes 22.
Así que aprovecha, tenemos más de veinte productos de temporada disponibles.
Este año los festivos de Semana Santa son un puente perfecto para echar el freno y, con un poco de suerte, escaparnos del ruido de lo cotidiano. Esperamos aprovechar para llenarnos de verde, naturaleza y aire limpio.
Por aquí en el campo, ese descanso no siempre llega al mismo tiempo. Estamos justo en una época de muchas tareas: cuidar la floración, preparar los riegos, vigilar brotes…
Pero aún así, esta semana santa vamos a tomarnos un suspiro, aunque sea simbólico. Porque aprender del campo también implica saber que no se puede dar buen fruto sin primero haber reposado.
Igual, el inicio de semana me encuentra igual de atareado que siempre:
Pero volviendo al descanso (¡que seguro tendremos!), pasa igual con la tierra. Después de haber producido y producido, la tierra necesita parar. A eso le llamamos barbecho, que es simplemente dejar que la parcela descanse para que recupere todo lo que durante meses ha sido absorbido por cultivos exigentes. Le damos oportunidad de “respirar”, de regenerarse. Y vaya si se nota después.
Y algo similar hacen los árboles, aunque de manera más silenciosa. Con la llegada del frío entran en un estado de reposo, no es que mueran, ni mucho menos. Es que guardan sus energías. Concentran vida en sus raíces y ramas desnudas, hasta que el buen tiempo los despierta.
Y cuando llega la primavera… ahí están: en plena floración, brotando con toda la fuerza del invierno acumulado. Y sólo desde ese descanso pueden luego regalarnos las mandarinas jugosas, las naranjas dulces y los caquis llenos de sabor que tanto nos gustan.
¡Ah! Y hablando de cosas dulces, lo prometido es deuda. Como seguro tendrás el tiempo para leer, te dejo el artículo de nuestro blog en el que Raquel, nuestra compañera apicultora, nos contó muchas cosas interesantes sobre la producción de miel en las Sierras de León.
Es curioso cómo los ritmos de la naturaleza reflejan los nuestros. Nosotros también necesitamos parar. No hacer nada, o simplemente hacer algo distinto. Dejar que la cabeza se relaje un poco. Porque igual que el suelo o el árbol descansan para poder brotar con más vigor, las personas también rendimos mejor cuando nos damos permiso para desconectar.
Así que si vas a aprovechar el puente para ir al pueblo, pasear por el monte, o simplemente sentarte al sol con un buen libro y una naranja… ¡hazlo sin remordimientos! Este descanso no es un lujo, es una parte esencial del ciclo. Como decimos aquí: para que haya cosecha, primero tiene que haber pausa.
Que tengas un excelente descanso, hasta la semana que viene.
¡Un fuerte abrazo!