En Campos del Abuelo siempre estamos buscando cómo mejorar. Nuestra búsqueda tiene que ver con llevar productos sanos y de calidad directo desde el campo a tu hogar. Llevamos algunos años haciéndolo, pero la verdad es que trabajar la tierra, aunque cansador, no deja de darnos satisfacciones. 

Ver crecer las plantas, cuidar las flores que luego serán frutos, estar atentos a las abejas, preocuparnos por el riego y el sol… Estar en contacto con la naturaleza nos apasiona. 

Por eso, queremos compartir este trabajo contigo. En este artículo y directo desde el campo, vamos hablar sobre la utilización de los caballones en el cultivo. Eduardo, agricultor y fundador de Campos del Abuelo, nos dará algunas claves sobre esta técnica.

Caballones en un campo sembrado de lechugas | Campos del Abuelo

¿Qué son los caballones?

Los caballones son el típico montículo de tierra que vemos en el campo. Son cordones de tierra con pequeñas acequias o surcos a los costados. La parte que queda levantada es donde vamos a plantar y la parte que queda debajo, es para que corra el agua. 

Eduardo, por su parte, lo explica así:

El caballón es un amontonamiento de tierra que tiene varias utilidades. Fundamentalmente se utiliza en el riego a manta, donde se riega a través de un canal de agua que inunda el campo. El caballón se usa para dividir el bancal o el campo, y así evitar que se riegue todo de una vez; actúa como una barrera que detiene el agua, dividiendo el área en parcelas más pequeñas.

En este campo sembrado de lechugas en el campo de Clara, compañera agricultora, puedes ver cómo las lechugas están en la parte alta del caballón y debajo la acequia para que corra el agua, tal como señala Eduardo: 

El campo de Clara, sembrado con lechugas en caballones

Lo que los caballones permiten es que el agua llegue de manera directa a las raíces, sin tocar la planta. Esto evita que la humedad toque el tallo y nuestra planta se pudra. Y no sólo eso, tal como señala nuestro agricultor:

Los caballones, a su vez,  permiten regar más rápido ya que el agua siempre entra por un punto específico y, en lugar de esperar a que llegue al final del terreno, se acorta el tiempo de riego. Y, claro, se controla la cantidad de agua que entra al campo.

El caballón se forma cuando se realiza el arado de la tierra. Al pasar el arado, la tierra que va hacia los costados queda elevada, mientras que por donde pasa el arado queda hecho el surco. 

En este campo sembrado con zanahorias, también puedes ver de manera muy clara los caballones. Además, claro, de apreciar qué buena pinta tienen: 

Zanahorias recién cosechadas de Campos del Abuelo

Sobre la utilización de esta técnica

Este surco que se realiza en la tierra, ha sido utilizado por la humanidad desde los principios de la agricultura. Es que, como contamos en este artículo sobre cómo ha avanzado la agricultura en la sociedad, los procesos para cultivar han experimentado cambios desde el Neolítico en adelante, pero también se conservan muchas técnicas desde tiempos antiguos. 

Esta técnica se ha utilizado durante años para lograr controlar el riego a manta, como antes contaba Eduardo. En algunos lugares, este tipo de riego no se utiliza tanto, ya que ha sido reemplazado por el riego por goteo. 

Pero, como ves en las imágenes de las fincas de nuestros compañeros agricultores, aún se realizan caballones porque siguen siendo útiles. Sobre todo en el cultivo de patatas, fresas o calabacines. 

Esto cambia dependiendo del tipo de planta que se siembre. Eduardo especifica qué tipo de caballón conviene utilizar en cada ocasión: 

El caballón se utiliza en la plantación, dependiendo del tipo de árbol o cultivo. Por ejemplo, en cítricos, se puede plantar el árbol sobre el caballón o a ras de suelo. Si se planta sobre caballón, éstos se hacen a lo largo del campo y a unos cinco metros de distancia entre sí.

Para las verduras, la distancia y altura de los caballones varían según el tipo de verdura, y se utilizan caballones más pequeños para que las plantas no estén a ras de suelo, reduciendo los problemas relacionados con inundaciones provocadas por la lluvia o incluso durante el riego.

Otra de las ventajas que tienen, es que puedes acceder a los cultivos pisando en los surcos sin poner un sólo pie en la tierra cultivada. Como la tierra ha sido arada, va a continuar mullida y las plantas se sentirán muy a gusto. 

Los fresones por ejemplo, se siguen cultivando con el método de los caballones porque es mucho más efectivo que cualquier otro. Mira en esta imagen qué bien se ven esos fresones de Xàtiva de nuestro compañero Quique: 

Para cultivar fresones también se utilizan los caballones

Aunque la agricultura haya avanzado y hoy exista nueva maquinaria y tecnología para lograr producir más, en Campos del Abuelo, estamos del lado de quienes prefieren cultivar los productos de manera ecológica. 

Esto quiere decir, utilizando técnicas y métodos amigables con la naturaleza, tratando al entorno como un ecosistema al que hay que cuidar y mantener. 

Si te interesa cómo se cultivan los productos ecológicos, en este artículo, junto a Clara y Lola, compañeras agricultoras, exploramos varias técnicas. 

Los caballones pueden parecer anacrónicos (es decir, que no son propios de la época) para quienes utilizan en sus campos maquinaria, pero no dejan de ser un método milenario. Lo que los transforma, a su vez, en un método infalible. 

Esperamos que hayas comprendido de qué va la utilización de caballones en el campo. Y que, la próxima vez que pases por un campo sembrado los identifiques y sepas por qué están allí. 

Recuerda que en Campos del Abuelo puedes adquirir frutas y verduras de calidad y directo desde el campo a tu hogar. Visitando nuestra tienda online de frutas y verduras puedes personalizar tu caja con los productos que desees. 

Hasta la próxima y ¡gracias por leer! 

 

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