¡Buenos días 🤗! 

¿Qué tal va la semana?

Yo hoy me he quedado patidifuso…

¡Me acabo de enterar de que las verduras no existen🤯! 

Sé lo que vas a decir, “pero eso no puede ser, si acabo de comprar una caja llena de verdura… ¿No me estaréis intentando dejar sin mi caja no😡?”.

Tranquilo, tus “verduras” están sanas y a salvo😅, a lo que me refiero, es que lo que has pedido, no son “verduras”.

¿Quieres un ejemplo?

Hace poco empezó la temporada del calabacín artesanal de Clara. 

Clara recogiendo calabaciones frescos

Probablemente puedas adivinar este, ya que es uno de esos ejemplos clásicos de una fruta que parece una verdura, ¡Como los tomates!

¡Pero no acaba aquí!

Otra que se te puede venir a la mente son nuestras zanahorias ecológicas.

No hay forma de que las zanahorias sean una fruta, ¿No…?

Tranquilo, no son frutas, pero tampoco son verduras, ¡Son tubérculos, como las patatas!

Bueno, esos son dos casos aislados… ¿Pero qué hay de la lechuga? Pocas cosas gritan más ‘¡verdura!’ que la lechuga ¿Verdad?

Pues tengo malas noticias, porque de tres variedades de lechuga que tenemos, las tres se consideran hojas...

Collage de productos, zanahoria, lechuga y tomate

Y así con todas…

Pero esto me hizo pensar, ¿De dónde habrá salido este término🤔?

Pues la palabra ha estado rondando bastante tiempo, viene de la palabra para “verde” en latín; Sin embargo, su uso en la frase “Frutas y verduras” se popularizó el siglo pasado.

Para acercar el campo a la gente de a pie, se introdujo este término basado en el uso que se le da.

La idea es simple, si lo pondrías en una ensalada, lo llamamos verdura, y si lo pondrías en una macedonia, lo llamamos fruta.

Ahora que lo pienso, se parece bastante a lo que hacemos nosotros

¿Crees que en unos años la gente llamará “Artesanal” a los productos ecológicos sin certificar?

¡Yo por si acaso voy corriendo a sacar la patente🤣!

¡Que tengas una feliz semana! 

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