Si nunca has tenido la oportunidad de ver un campo de lechugas, la verdad es que te pierdes un espectáculo. Caminando entre los caballones, podemos verlas de manera muy clara. Están bien ancladas al suelo, con cada una de sus hojas buscando el sol y es como si, en su centro, guardaran un secreto.
Pero ¡adivina! no es sólo uno, sino que son varios los secretos que la lechuga tiene para contarnos. Así que desde Campos del Abuelo, los conoceremos a través de esta nota junto a nuestro compañero agricultor Vicent. Así que vamos, que directo desde el campo, conoceremos todo sobre la lechuga y sobre la lechuga romana, la preferida de los españoles.
¿La lechuga romana vino de Roma?
Bueno, no. Ya dijimos que la lechuga romana es la favorita de España. Tanto así que es conocida como lechuga española. Aunque además podemos encontrarla como lechuga orejona u oreja de burro… Y claro que surge la pregunta ¿Por qué se llama “romana”?
Pero primero hablemos de la lechuga en general. Mientras algunas fuentes dicen que la lechuga es oriunda de la India, otras aseguran que este manjar verde proviene del sur de Europa. En lo que no hay debate es en que su cultivo existe desde hace más de 2500 años.
Otra teoría es que su cultivo proviene de Egipto e involucra al dios Min, asociado a los ciclos lunares, la fertilidad y la vegetación. Dice la historia que de los egipcios, pasó a los griegos y de estos últimos a los romanos. Y ahora sí, volviendo a la lechuga romana, fueron ellos quienes la bautizaron y por eso la conocemos como lechuga romana.
Un dato curioso es que la famosa ensalada César -cuyo ingrediente estrella es la lechuga romana- fue creada por un chef italiano pero no en Roma, sino en México, específicamente de Tijuana. No me digas que este no es un secreto inesperado de parte de nuestra amiga de hojas abullonadas.
Cómo se cultiva la lechuga
Para conocer cómo se cultiva la lechuga, contaremos con las palabras de Vicent, compañero agricultor. Vicent también cultiva patatas ecológicas, zanahorias, coliflores y muchas verduras más.
En Campos del Abuelo, puedes adquirir lechuga romana recién cosechada por nosotros, los agricultores. Enviamos la lechuga directo del campo a tu hogar, porque sabemos que el sabor de la fruta y verdura recién cosechada es incomparable.
Volviendo a la lechuga, para entender bien todo el proceso de cultivo, vamos al principio.
Lo primero que se hace, cuenta Vicent, es ver en qué condiciones está el suelo y si vemos que está “quemado”, es decir agotado por el cultivo anterior, hay que abonarlo. A continuación se ara la tierra, y después se pasa un motocultor o el tractor, dependiendo de la herramienta que tenga. Vicent cuenta:
Se hacen caballones en la tierra de aproximadamente entre 60 y 63 cm, lo que es el caballón amplio, y plantamos las lechugas aproximadamente a 25 cm una de la otra. Se plantan a esta distancia porque es especial para que, cuando la lechuga está grande, no se pegue una a la otra. Otro problema que evitamos de esta manera es que generen hongos.
Y, claro, la siembra continúa hasta la cosecha. En esta imagen, puedes ver algo de la cosecha de lechuga romana de este año:
Pero antes de ese último paso que es la recolección, las lechugas deben plantarse. Vicent nos cuenta cómo:
Primero se hacen plantines y luego se plantan. Esto es así porque el proceso que se hacía hace muchos años, con semilla directa era muy complicado. Los hoyos llevaban mucho trabajo y cuando empezaron a aparecer los plantines, se optó por esa opción.
Antiguamente se hacía primero un semillero sembrado muy tarde y de ahí se arrancaba. Pero cuando venía el estío era complicado porque crecía muy rápido y no funcionaba bien. Ahora preferimos hacerlo directamente con el plantín.
La lechuga se planta todo el año, pero como nos cuenta Vicent, hay épocas más favorables que otras:
Se planta durante todo el año, lo que pasa que hay épocas más favorables y otras menos favorables. Las más favorables son la primavera y el otoño, y en tercer lugar el invierno. Y lo más complejo de todo es en el invierno porque las semillas cuando padecen el frío mucho tiempo se amargan bastante. Y la época menos favorable es el verano, pero igual se planta.
En este video, Alberto y Javi, también compañeros agricultores de Campos del Abuelo, nos cuentan sobre el desafío de plantar lechuga en verano. También, dan un dato muy curioso: existen variedades resistentes al calor.
La primera es la lechuga hoja de roble y la segunda una nueva variedad de lechuga romana. Eso sí, soportan altas temperaturas pero, explican nuestros compañeros agricultores, precisan de abundante riego.
Volvemos con Vicent, que nos cuenta que, como se planta durante diferentes épocas del año, depende de eso también como es el riego. No te sorprenderás, pero tanto Vicent, como Alberto y Javi, coinciden en el riego durante los meses de calor:
El riego se hace cuando tienen sed y eso depende de la época del año, depende de la temporada. Si aprieta mucho el calor hay que regar muy a menudo y en la zona en la que estamos, en el verano hace mucho calor, pues hay que regarla cada dos días.
En invierno, hay veces que pasan 15 días o un mes y no es necesario regarla. Porque hay mucha humedad, la capa freática está muy cerca, y no es necesario regarla tanto.
Como contábamos más arriba, las lechugas se plantan en caballones y separadas unos 25 centímetros por algunas razones, una de ellas, es la posibilidad de que llegue algún hongo. Vicent nos dice sobre este tema:
Depende de la época del año. En el invierno, cuando hay mucha humedad, entonces sí que hay hongos, como el moho, oídio, que se dice en castellano. Y también hay plagas pero depende… Si hace calor entre 20 grados o 22, 25 y aproximadamente aparece el pulgón, y el pulgón verde, la mosca blanca, pueden aparecer también.
Para hacer los caballones en la tierra, Vicent cuenta con la ayuda de su yegua llamada Amor. Aquí ya ha pasado la cosecha de lechuga romana y lo que ves son sus campos con espacios sin plantar para que la tierra descanse. Sigamos con el proceso de cultivo de la lechuga...
El aguacate, las naranjas, las manzanas, todas son frutas o verduras que necesitan pasar por el proceso de polinización. Vicent nos cuenta que en el caso de la lechuga es diferente, ya que siembras el brote semillero que más te gusta, después se hacen los plantines y se planta y ya no hay polinización. Dato curioso ¿no?
A Vicent se le nota su cariño por la tierra. Se dedica hace más de 40 años a hacer agricultura ecológica y siempre habla de su trabajo con pasión. A la hora de preguntarle por el momento de la cosecha de la lechuga, responde desde ese cariño hacia el campo…
Eso es como el amor. Cuando está en su punto álgido, entonces se coge la lechuga. Y hablando en serio, depende la época, tienes más tiempo o menos. En invierno es cuando se espera más tiempo para que ella esté bien. Y cuando tienes que apresurarte más es en verano, que va todo muy rápido. O la cortas un día o dos, o se espiga y se endurece.
Como dijo Vicent, la lechuga puede plantarse durante todo el año, pero hay variedades que prefieren algunas épocas del año más que otras, como en el caso de la lechuga romana:
La época mejor para la romana es la primavera y también la parte del invierno, porque el invierno es suave. No obstante, en verano va mucho mejor la maravilla de verano, que es como una batavia, que no es tan alta. La siembra romana, se llama también oreja de burro.
La oreja de burro ya sabes que es grande y en la época del verano no funciona bien. Se espiga muy rápidamente y tiene poco aguante, por tanto hacemos otro tipo de siembra.
Beneficios de sumar lechuga romana a tu dieta:
- Contiene vitamina A, K y C, fortaleciendo nuestro sistema inmunológico y aportando antioxidantes.
- Es rica en hierro. Por ello muchos profesionales de la nutrición sugieren condimentarla con limón, ya que el cítrico colabora en la absorción del mismo.
- Tiene gran cantidad de agua en sus hojas y es baja en carbohidratos.
- Aporta a nuestro cuerpo minerales como fósforo, calcio, magnesio y potasio.
- Es fuente de proteínas y fibras.
La reina de las ensaladas
La lechuga, tan versátil como nutritiva, es el ingrediente infaltable para una buena ensalada. Puedes condimentarla con vinagre de manzana, limón o aceite de oliva; puedes mezclarla con otras hortalizas como tomates, aguacate hass e, inclusive, si te animas, queda deliciosa con frutas como naranjas o fresones. Otra opción es agregarle semillas de amaranto, chía o girasol.
Espero que a vosotros este recorrido por los secretos de la lechuga romana os haya dado tantas ganas de una buena ensalada como a mí. Y recuerda, si tienes la suerte algún día de ver en vivo y en directo un campo de lechugas romanas, susúrrales que entre tu y ellas, ya no existen los secretos.
Recuerda que en Campos del Abuelo tenemos frutas y verduras directo del agricultor a tu mesa sin químicos post cosecha. Visitando nuestra tienda online de frutas y verduras podrás adquirir lechuga romana y también otros productos de temporada.
Hasta la próxima y ¡gracias por leer!