La manzana es una de las frutas más populares. No solo porque se ha ganado la fama de ser la más saludable, sino porque aparece en diversidad de historias. Desde el cuento Blancanieves, de los hermanos Grimm, pasando por Adán y Eva… Y hasta siendo el logo de Apple, una de las empresas más conocidas del mundo. Sí que es popular ¿no?
Pero vamos, que a pesar de tener tanta fama, no deja de ser una fruta que se cultiva y crece en los campos. Por eso, a través de este artículo vamos a centrarnos en la parte de la manzana que más nos interesa a los agricultores: cómo es su cultivo. Para esto, contaremos con las palabras de Luisa. Ella, junto a su hija Ana, cultivan manzanas de manera ecológica en su finca de el Baztán, en Navarra.
Pero para comenzar con esta historia, vamos al principio de todo. Había una vez un arbolito que daba frutos rojos…
Historia y origen de la manzana
La manzana es el fruto del manzano y pertenece a la familia de las rosáceas, al igual que la salvaje y deliciosa mora. Por fuera las manzanas pueden ser de diferentes colores: rojas, amarillas y verdes. Dependiendo de la variedad es dulce, ácida o equilibrada entre ambos sabores. Aunque a veces la pulpa puede ser un poco harinosa, la que más adeptos tiene es sin duda, la pulpa bien crujiente.
Al igual que en el caso de otras frutas y verduras, se cree que ya existía en la prehistoria. Se han encontrado restos de ellas en excavaciones que datan del periodo Neolítico. La verdad que a veces suena increíble que las frutas y verduras que consumimos sean tan antiguas. Es más, la agricultura data del mismo periodo Neolítico, o sea que la manzana es tan antigua como el acto de cultivar en sí mismo.
Y tiene aún más historia porque en el siglo XII a.C. se cultivaban manzanos a orillas del río Nilo, en tiempos del faraón Ramses III. Fue introducida en nuestro continente por los árabes, dato que comparte los manzanos con los naranjeros. Luego en el Siglo XVI, los exploradores españoles expandieron su cultivo de Europa al continente americano. Justo al revés de lo que sucedió con la patata.
La agricultura ha sido desde siempre tan importante para la humanidad, que no es difícil encontrar similitudes a lo largo de su historia. La posibilidad de que una semilla que viene de Asia, América o Europa pueda plantarse en cualquier tierra fértil es increíble.
Bien, ahora sigamos que, junto a Luisa, conoceremos de cerca cómo es el cultivo de las manzanas.
¿Cómo se cultivan las manzanas?
La finca de Luisa y Ana está ubicada en un valle hermoso, rodeado de montañas y al que llega el agua pura del manantial. Allí, sus manzanos crecen tranquilos, a su ritmo, acompañados por el sonido de los pájaros y el zumbido de las abejas. Pero esos arbolitos no han llegado solos ahí. Han sido plantados, al respecto Luisa nos cuenta:
Los manzanos vienen en árboles con raíz, son arbolitos pequeños y hay que plantarlos en cuanto llegan. Si no se pueden plantar enseguida, pueden estar una semana mojando las raíces, pero vienen en raíz descubierta. Así llegaron estos de nuestra finca, que están plantados desde 2019. Es decir, tienen cinco años.
Tienen ya el tamaño de un árbol adulto. Y no seguirán creciendo, no se les puede dejar crecer todo lo que quieren, al contrario, hay que controlarlos para que les dé el sol a todas las ramas. Por eso se podan en altura todos los años.
Luisa, como la mayoría de las personas que nos dedicamos al campo, es apasionada con su trabajo. Cree en lo que hace y se nota en su finca, en lo cuidados que se ven los árboles y, claro, en el sabor de sus manzanas. Recuerda que visitando nuestra tienda online, puedes adquirir estas deliciosas manzanas ecológicas.
Mientras tanto, seguimos hablando sobre el cultivo y nos cuenta dos puntos claves: luz solar y marco de plantación.
Es muy importante que las manzanas tengan sol, entonces la altura va en función del marco de plantación. El marco de plantación, tiene que ver con la distancia entre los árboles y la distancia que hay entre calle y calle. Por ejemplo, en esta finca la distancia entre calles es de 3,5 y la distancia entre árboles es de 1 metro.
En esta imagen puedes ver la distancia entre calles y cómo quedan las ramas para que las manzanas reciban sol.
Las calles que Luisa nombra, son las hileras de árboles que tienen una distancia entre sí de 3.5 mt. A su vez, de árbol a árbol en cada hilera, hay una distancia de 1 mt. Si los árboles se hicieran sombra entre sí, estarían impidiendo que las manzanas de más abajo reciban sol, por eso esto que nos cuenta es de vital importancia.
A su vez y por esto mismo, tampoco hay que dejar que crezcan tanto hacia arriba. Luisa explica:
Son árboles plantados en intensivo, entonces nunca hay que dejar que crezcan más de 3,5 mt. Por eso se podan a 3,20 mt. para que no se den sombra entre calle y calle unos a otros.
Un árbol que se adapta
Desde su finca en el Baztán, Luisa sigue contándonos sobre los árboles y sus frutos:
El manzanero se adapta a muchos terrenos y climas, pero si es cierto que, antiguamente, se daba en el norte. Ahora gracias a la tecnología y distintos abonos se da también en el sur...
El árbol se adapta a muchos climas y a diferentes tipos de tierra, por eso hay manzanas prácticamente en todo Europa. En Mérida, al sur de Navarra, y al norte, la diferencia es el tipo de abonado y el número de horas de riego. Aquí, como el terreno tiene mucha materia orgánica, hay que regar menos que en otros suelos más pobres.
Además, los manzaneros de Luisa, se riegan con agua pura de manantial nacida del mismo valle. Es rica en minerales y está cero contaminada. Esto, claro, aporta gran calidad al fruto. Dime si este lugar del que nace el agua con la que se riegan las manzanas no parece salido de una fábula:
Producción y clareo del manzano
En Campos del Abuelo cultivamos respetando los tiempos de la naturaleza y en el caso de las manzanas de Luisa y Ana, se cultivan siguiendo la misma premisa.
La producción aquí no es muy generosa. Tampoco queremos que sea muy generosa, porque entonces si se produce mucho, la calidad no es la misma. O hay que invertir mucho para producir mucho. En nuestro caso, dejamos al árbol que produzca lo que él puede y lo acompañamos.
Al igual que con el aguacate y las naranjas, una vez que las flores han explotado, realizan el trabajo de clareo: siempre le quitamos las flores, hacemos el trabajo de clareo, para que todos los años produzca la misma cantidad.
Este trabajo es importante porque, si cuajaran todas las flores del árbol, sería prácticamente imposible poder alimentar a todos los futuros frutos. El momento del cuajado es cuando, una vez polinizado el ovario de la flor, comienza a desarrollarse el fruto.
Por eso es importante quitar el exceso de flores. Así el árbol puede repartir sus nutrientes entre una cantidad equilibrada de flores, que luego cuajaran y serán frutos.
En esta imagen puedes ver las flores de los manzanos y tres flores que ya han cuajado y se preparan para ser frutos:
El ciclo del manzano
Seguimos con la fruta de los cuentos y leyendas, aquella que se cultivaba a orillas del mítico río Nilo… Solo que en este caso, hablamos de su cultivo en tierras españolas. Y atentos porque al hablar del ciclo del árbol, nuestra compañera agricultora nos dice cuáles son los mejores meses para comer manzanas.
En Campos del Abuelo enviamos las manzanas recién recolectadas a tu hogar, así que toma nota para comerlas en plena temporada.
La vida de un manzano, respecto a una temporada es: se recolecta a mediados de septiembre aproximadamente… Dependiendo de la variedad pero de septiembre a octubre, una vez que se recolecta tiene un momento de crecimiento. Es algo curioso, cuando le has quitado el fruto el árbol crece un poco.
Luego en diciembre, enero el árbol descansa. Ya en febrero ha caído la hoja y el árbol está muy dormido, en marzo empieza a florecer. Es el momento más bonito porque es cuando de repente la finca está blanca de todas las flores que tienen. Y luego cuaja al fruto en abril que es el momento más delicado. Luego empiezan a salir las hojas y ya tenemos hojas suficientes para que el árbol y la manzanita puedan crecer.
Las manzanas se recolectan todas las de Europa desde septiembre hasta finales de octubre. Lo ideal sería consumirlas en septiembre, octubre, noviembre y diciembre, estos son los meses en que está mejor.
La polinización del manzano
La polinización de los frutos es un momento clave. Hay diferentes tipos de polinización porque hay diferentes tipos de flores. Por ejemplo las del calabacín son unisexuales, la misma planta tiene una flor hembra y una macho que, con ayuda de las abejas, polinizan para dar paso al fruto.
Otro tipo es la polinización cruzada que es la de los aguacates y también la de las manzanas. Las flores del manzano son hermafroditas, es decir, contienen ambos sexos, pero en momentos diferentes. Entonces no pueden realizar el proceso en una sola planta como el calabacín, se necesita sí o sí que haya diferentes variedades de manzana plantadas en un mismo espacio. Así lo explica Luisa desde el campo:
Los manzanos se polinizan gracias a nuestros queridos abejorros, abejas o pajarillos que recogen polen de diferentes flores. Por eso hay que mezclar las variedades y hay que pensar en plantar variedades que se polinicen entre ellas. Casi siempre se mezclan dos variedades, es decir, se plantan cuatro filas de una variedad, tres de otra, o cuatro y cuatro y las abejas y abejorros hacen su función y así polinizan…
Si prestas atención a esta foto, puedes ver que hay enfrentadas dos variedades en cada hilera de arbolitos:
Algunas variedades de manzanas
En la finca de Navarra, tienen plantadas cinco variedades. Las conocemos en palabras de Luisa:
El recorrido de la manzana está terminando porque, claro, toda historia tiene su final. Esta fruta saludable, mítica y totalmente narrable, sigue escribiendo sus propios pasos en la finca de Luisa y Ana… ¡Y también en Campos del Abuelo!
Recuerda que visitando nuestra tienda online, puedes personalizar tu caja con frutas y verduras de temporada y recibirlas directo del campo a tu hogar. Allí también puedes echar un vistazo a nuestras manzanas. Esperamos que este recorrido por la finca haya sido de tu agrado.
Hasta la próxima y ¡gracias por leer!
