Es innegable que en España asistimos desde hace algunos años a un boom en el consumo de aguacate. En Campos del Abuelo hemos visto este proceso desde adentro, ya que algunos compañeros agricultores han comenzado a sembrar aguacates de manera mucho más intensa.
La verdad es que, en particular, nos encantan los aguacates. Sobre todo cuando son producidos de forma tradicional y sostenible. Es decir, cuando son cultivados tal y como lo hacían nuestros antepasados. El tema es que, aunque en nuestro caso cultivemos con técnicas respetuosas con el medioambiente, siempre parece faltar algo más, para terminar de ser 100% amigables con nuestro planeta.
Uno de los problemas que se vincula a los aguacates es el de la huella hídrica. Y sobre eso hablaremos directo desde el campo. Hoy hemos tenido la suerte de encontrar en el mismo lugar a Eduardo, agricultor y fundador de Campos del Abuelo y a Salvador, agricultor valenciano.
Aquí los puedes ver con sus cultivos favoritos en mano:
Así que no contaremos solo con una, sino con dos voces para poder meternos a fondo en el consumo de agua del aguacate. Pero para que nos entendamos bien, vamos primero a lo primero…
¿Qué es la huella hídrica?
La huella hídrica, es un indicador medioambiental que mide el volúmen de agua utilizado a lo largo de toda la producción de un bien de consumo o servicio. Con esto queremos decir que desde los pantalones que estás utilizando, la leche que bebes en el desayuno y, claro, los aguacates que comes, tienen una huella hídrica.
Para producir todo, en el mundo, se utiliza agua. En nuestro caso, para la agricultura es vital. Sin agua nuestros árboles y plantas no podrían recibir los nutrientes que necesitan para dar sus frutos. Por eso nos tomamos el tema del riego de forma responsable y regamos a través de riego por goteo.
Además, como explica Eduardo junto a uno de sus árboles de aguacate nuevos: el suministro de nuestros campos proviene del río Júcar este término municipal es uno de los cinco concesionarios del agua del Júcar desde el año mil quinientos diez aproximadamente, gracias a un privilegio otorgado por Felipe II a esta villa.
A través de los caños negros que se ven en esta imagen se realiza el riego por goteo del que habla Eduardo:
Si que es antiguo el privilegio de riego ¿no? Además, se tiene en cuenta también el agua de lluvia, así lo explica Eduardo: regamos con el agua del Júcar y, por supuesto, si llueve, cerramos la llave para no gastar agua. Cuando no llueve, entonces se riega. Esto en invierno. En verano, aunque llueva, se riega de todas formas, ya que nunca es suficiente el aporte de agua. Por supuesto, al cultivar de manera orgánica, evitamos que los químicos se filtren en el agua y mejoramos el medio ambiente.
¿Cuánta agua consumen los aguacates?
Tenemos que tener en cuenta que el aguacate es originario de zonas tropicales entonces el aguacatero necesita ciertos cuidados y sobre todo, necesita agua y humedad. Según Eduardo: en épocas que no son tan secas como este año, llueve lo suficiente, por lo que las lluvias que recibe el aguacate en invierno alcanzan para regarlo.
Eduardo, además de ser agricultor, es citricultor, por ello realiza una comparación con los árboles de naranjas: en verano, se riega aproximadamente lo mismo que un naranjo, no hay diferencia. La única diferencia posible es que en la época de inactividad del naranjo no hace falta riego si hay un ciclo de lluvias normal, mientras que el aguacate siempre puede necesitar algo de riego, pero no mucho más.
Todo depende del clima, si es más o menos húmedo, si llueve más o menos. Nosotros regamos por el sistema de goteo. Este sistema no cambia porque siempre es la mejor forma de asegurar que la planta tenga la humedad que necesita.
Por su parte, Salvador, que tiene campos de aguacates sembrados, nos cuenta sobre el riego realizando otra comparación: en comparación con un cítrico, como el caqui, y el aguacate, los consumos de agua son semejantes. Puede que el aguacate consuma un poco más, pero si estamos hablando de un poco más, es alrededor de un 15% o 20% más.
Salvador, por su parte saca a la luz un dato no menor, que es el potencial nutricional del aguacate: hay que considerar también es que no tienen el mismo potencial nutricional: un aguacate, un kilo de aguacate, por ejemplo, versus un kilo de naranjas, no tiene las mismas calorías, ni mucho menos, ni las mismas propiedades.
El aguacate es mucho más nutritivo, tiene más grasa y un poder calórico mucho mayor. Así que, si comparas el consumo de agua versus el potencial nutritivo, estoy seguro de que el aguacate incluso podría salir ganando en este aspecto.
Eduardo y Salvador se toman cada uno su tiempo y su espacio para responder, pero se nota que ambos tienen ganas de seguir contando sobre este tema. Para quienes nos gusta el campo, es un privilegio poder escucharles mientras comparten su sabiduría.
Sigue Salvador, y nos cuenta sobre cómo cambia lo que llama “el patrón de riego” dependiendo de las raíces de uno y otro árbol. El aguacate necesita que la capa superficial esté casi siempre húmeda, mientras que el cítrico tiene raíces más profundas y puede tener riegos más espaciados en el tiempo, es decir, riegos más largos pero menos frecuentes. Por su parte, el aguacate necesita riegos más cortos, pero más frecuentes.
Así como Eduardo nos decía que en verano debe regarse con más frecuencia, Salvador agrega lo siguiente:
Después, en verano, es cierto que como es una planta tropical se enfrenta a un desafío mayor que el cítrico y el caqui, que son subtropicales, porque el aguacate es tropical. Lo que necesita es un nivel de humedad y temperatura más constantes. En temperaturas muy altas y con humedades muy bajas, la planta se estresa mucho y pierde potencial productivo.
En esos momentos, tienes que evitar que el bulbo se seque durante las horas del mediodía. Mucha gente divide los riegos para mantener siempre alta la humedad en la parte superficial del terreno, no en las partes profundas.
En Campos del Abuelo, al cultivar de manera ecológica, siempre tenemos que estar atentos a los nutrientes y minerales que el árbol o planta necesita. Y, como nos explica Salvador, esto es importante para no desperdiciar agua.
El tema de dejar mucho zinc y aportar materia orgánica es esencial para la huella hídrica, ya que reduce mucho el consumo de agua. Y dejar un mantillo, una capa de malas hierbas, ayuda a disminuir la evaporación. Si es muy alta, puede ser perjudicial porque consume agua. Pero si es baja, la cobertura vegetal es mejor porque el sol no impacta directamente sobre el suelo y evapora menos.
Sobre las malas hierbas (que en definitiva tan malas no son) Eduardo también agrega información sobre ellas pero desde otra perspectiva. Es que los aguacateros de Salvador ya tienen varios años, mientras que los del campo de Eduardo tienen apenas unos meses. Y los cuidados de las plantas de aguacates son un tema delicado. Entonces, Eduardo nos cuenta cómo las maneja desde su situación con aguacateros aún bebés:
Lo que hacemos es eliminar las malas hierbas con máquinas desbrozadoras. Desbrozamos las malas hierbas para que no invadan excesivamente la zona del aguacate y compitan con él.
Esto mantiene la humedad del suelo, pero también es cierto que estas plantas consumen agua y pueden competir con el árbol por la falta de humedad. En los primeros años, sobre todo, al ser el árbol pequeño, hay más radiación solar en el suelo, por lo que es necesario controlar las malas hierbas y evitar que crezcan en exceso.
Eduardo y Salvador se miran satisfechos. Han explicado desde su perspectiva cómo es el manejo del agua en el cultivo de los aguacates de su campo. Pero antes terminar, Salvador destaca de nuevo la importancia de tener en cuenta el potencial nutritivo del aguacate:
Lo que habría que comparar es el nivel nutritivo del aguacate en comparación con otros cultivos. Estoy seguro de que el aguacate sería un cultivo que consume agua de manera normal o por debajo de otras plantas.
Al final, un kilo de aguacates tiene muchas calorías y grasas, mientras que una naranja principalmente tiene azúcares y vitaminas. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Es cierto que se producen más kilos de naranjas, vale. Pero puedes comer dos naranjas de medio kilo al día. Un kilo de aguacate no te lo comes en un día.
Por mi parte no tengo intenciones de intentar comer un kilo de aguacates en un día, creo que no me sentaría muy bien. No creo que tú tengas intención de probar comer un kilo de una sentada, pero si quieres probar los mejores aguacates, puedes adquirir los de Campos del Abuelo. Están cultivados con técnicas tradicionales y cosechados en su punto justo de grasa.
Bien, para ampliar un poco más la información sobre la huella hídrica del aguacate, recolectamos algunos datos sobre el cultivo de esta fruta tropical en nuestro país.
Cultivo de aguacate en España y la huella hídrica
Estos datos sobre el cultivo de aguacate en tierras españolas, se dieron a conocer en el año 2022 en el Congreso de España:
- En España el aguacate es el principal cultivo tropical
- España es el primer productor de aguacate de la Unión Europea, con el 77% de la producción total y también el primer exportador de aguacate de esta región, siendo el principal proveedor de aguacate europeo.
- Su cultivo se concentra mayormente en la provincia de Andalucía, con un 75%. En Málaga se concentra se concentra más del 50% de la producción, seguido de Granada, Cádiz y Huelva.
- El resto de la superficie de aguacate de España, está en el archipiélago canario con el 12,7% y luego en nuestra comunidad, la valenciana con el 12% restante.
Es importante no perder de vista esto, porque según Salvador, la polémica sobre la huella hídrica del aguacate tiene que ver con estos cuatro puntos que nombramos. Salvador afirma lo siguiente:
La polémica que ha generado el tema del consumo de agua del aguacate ha surgido porque en la zona de cultivo principal, que es Andalucía, en la parte oriental, incluyendo todo lo que es Málaga, Granada y demás, antes eran todo olivares de secano.
Entonces, los agricultores de allí han especulado y han convertido fincas de secano, que no valían mucho, en plantaciones de aguacate, que ahora están de moda y valen bastante dinero. Entonces, ¿Qué pasa? Que no es sostenible, es decir, no hay suficiente agua allí para hacer cultivo de regadío.
Aquí Salvador expone dos términos que para nosotros que trabajamos en el campo son habituales, pero en realidad no son tan conocidos. Él habla de “fincas de secano” por un lado y de “cultivo de regadío” por el otro.
El cultivo de secano es aquel de zonas semi secas, donde las raíces no deben ser inundadas a la hora del riego. Mientras que el “cultivo de regadío”, es aquel en el que se utiliza el recurso hídrico mediante diferentes métodos de riego, para cubrir las necesidades de agua de los cultivos.
Lo que Salvador explica, es que, al realizar cultivos de regadío en lugares donde no es lo natural, se transforman en cultivos no sostenibles.
¿Cómo puedes colaborar?
En Campos del Abuelo somos una red de agricultores y agricultoras que cultivamos de manera tradicional, respetando los tiempos de la naturaleza. Apoyar nuestro emprendimiento, es colaborar para un mejor planeta, y no sólo para cuidar el medioambiente, sino también tu salud.
Las cualidades organolépticas y los nutrientes de los productos que han sido cultivados de manera ecológica, se conservan mejor que aquellos que son cultivados en invernaderos o conservados en frigoríficos.
El mundo, en cierto punto, se ha achicado a partir de la globalización, entonces puedes adquirir casi cualquier fruta y verdura en cualquier lugar y momento pero esto es, digamos, antiecológico.
Imagina primero que esos productos se cultivan dentro de invernaderos que gastan grandes cantidades de energía, luego se cosechan verdes y se mantienen dentro de depósitos que también generan grandes gastos de energía, para recién luego enviarlas a un supermercado.
El transporte y distribución, también genera un gran gasto de combustible y emite cantidades y cantidades de CO2. En Campos del Abuelo sabemos esto. Por eso, en nuestro caso, la cantidad de kilómetros que recorre la fruta y verdura es menor al ir del campo, directo a tu hogar.
Cuando compras productos de temporada, que han sido cultivados siguiendo los ciclos de la naturaleza, que han sido criados de forma respetuosa, cerca tuyo geográficamente y que no tienen químicos, pues… tu consumo hace un bien al planeta.
Consumir local favorece a las familias de agricultores como nosotros. Además de que colaboras para que siga existiendo en nuestros campos una biodiversidad, por fuera del monocultivo que plantean las grandes corporaciones.
La huella hídrica no es solo responsabilidad de nosotros los agricultores, es responsabilidad también del consumidor. Entre todos podemos hacer de este, un planeta mejor.
Recuerda visitar nuestra página web para encontrar productos de temporada. Puedes personalizar tu caja con frutas y verduras en nuestra tienda online.