No es poco habitual en el verano encontrar moras salvajes cerca de lugares con agua. Siempre, y sobre todo cuando éramos pequeños, el plan de ir a recolectar moras silvestres era maravilloso. Eso sí, la vuelta era siempre con las manos manchadas y algún que otro rasguño de las espinas del morero.
Seguro que, si eres de los nuestros, alguna vez comiste moras silvestres y luego no volviste a encontrar ese sabor dulce y ácido… Pues, buenas noticias: las moras que cultiva Antonio seguro te van a llevar al sabor de tu infancia.
Aprovechando que fuimos a recoger la cosecha un lunes para todos nuestros clientes, visitamos la finca de Antonio, donde nos contó sobre el cultivo de moras directo desde el campo. Así que en este artículo, vamos a conocer cómo se cultiva este delicioso fruto y, además, algunos consejos para su correcta conservación.
¿Cómo se plantan las moras?
En este blog, hemos visto que dedicarse a la agricultura es todo un trabajo. A veces, como recibimos en casa los productos creemos que es una cosa sencilla, pero lo cierto es que no.
Empecemos por el principio, las moras se encontraron por primera vez en Asia y Europa. Crecen en forma de arbusto y son de la familia de las rosáceas, al igual que la manzana. Aunque en la actualidad crece de forma salvaje en diversos puntos del mundo, Antonio las cultiva con los cuidados que precisan para crecer sanas y deliciosas. Vamos directo a su campo para internarnos en el mundo de las moras.
Antonio tiene las moras dentro de un invernadero. Los arcos que componen la estructura forman un largo túnel recubierto de una malla. Esto -nos contará nuestro compañero agricultor más adelante- es para proteger las matas del clima. Pero ahora vamos al principio, para saber qué es lo primero que hay que hacer para cultivar moras.
Para empezar: la mora es una planta muy tragona, hay que alimentarla muy bien. Entonces, para cultivarla en el suelo, antes de plantar, hay que poner un fondo de estiércol en la tierra. Debe ser estiércol de vaca o caballo o de ambos pero nunca de gallina.
Nos resulta extraño que el estiércol de gallina esté vedado, pero tiene una buena explicación:
Esto es porque el estiércol de gallina lleva cal y lo que hace es amarillentar la planta. Porque aquí en Valencia hay un exceso de cal ya en el suelo. Y entonces, si le pones más cal, la planta la asimila muy pronto y luego tienes que hacer un coste adicional para quitar ese amarillento a base de quelatos de hierro, que son caros…
Claro que esto no es algo que Antonio entendió del día a la mañana, sino que fue como todo buen descubrimiento: a prueba y error:
Si tú pones un estiércol que esté en condición para la planta, pues la planta se desarrolla muy bien. Yo estoy haciendo pruebas, igual que tengo los arándanos en bolsas de plástico de 40 litros con fibra de coco, tengo 25 frambuesas y 25 moras. Y será un éxito tremendo, porque llegan a un tamaño espectacular y una planta del primer año te sería un kilo por planta. Y eso en el suelo no es así.
Entonces, como cuenta el agricultor, a veces las moras, como las frambuesas y los arándanos, pueden plantarse directo en el suelo o en bolsas de 40 litros.
Otro punto a tener en cuenta a la hora de plantar las moras, es el tamaño con el que las adquieres. Antonio lo explica, no es lo mismo una matita de unos 10 o 15 centímetros que una de un metro y medio. Esto, incide también en cuándo nos dará frutos:
A ver, si compras la planta con la caña que ya tiene un metro y medio y la plantas en septiembre, en mayo ya podrías recolectar, porque ya viene preparada. Si tú plantas una plantita de 10, 15 centímetros, tienes que esperar año y medio. O sea, para esa campaña no va, pero sí recién para la siguiente.
Claro que conviene comenzar a producir pronto, pero no siempre se puede…
Entiendo que a veces el agricultor no puede invertir en una planta más grande, pero pierde un año de recolección. Si por ejemplo plantas el mismo año, y recolectas un kilo de moras, con esa cosecha al primer año cubres los gastos de la planta. Pero tienes que invertir, eso sí.
¿Cómo es la planta de moras?
Los tallos de la mora tienen espinas y hay uno que es el principal y varios que son los secundarios. Muchos de ellos tienden a arquearse cuando comienza a pesar el fruto.
Las hojas son de bordes aserrados, y de color verde oscuro por arriba pero algo más claro por debajo. Por su parte las flores son hermafroditas: contienen ambos órganos sexuales en una sola flor. Por ello, en la flor de la mora vamos a encontrar tanto pistilos, los órganos femeninos, como estambres que son los órganos masculinos.
Antonio nos cuenta que no tienen problemas a la hora de polinizarlas porque en sus campos tienen colmenas: La abeja entra a la flor cuando es época y poliniza. Es una planta muy productiva y a la abeja le gusta mucho la flor de la mora por lo que la polinización no implica ningún problema.
Estos problemas de los que habla Antonio con las abejas y otros polinizadores, pueden estar ligados a la utilización de insecticidas. A veces sucede que, en muchas plantaciones se utilizan químicos agresivos y esto no sólo deteriora la salud de nuestras amigas polinizadoras, sino que puede llegar hasta a matarlas. Otra situación que, por suerte en la finca de Antonio no se da, es que no lleguen polinizadores por ausencia de flores y plantas que llamen su atención. Dicho esto sigamos, que una vez que la flor está polinizada pasa a convertirse en fruto…
Si miras con atención el fruto de la mora, verás que es como un pequeño racimo compuesto de varias bolitas. En botánica se le llama fruta polidrupa, ya que estas bolitas de las que hablamos se llaman drupas.
Cuidados de la planta y el fruto
Como nos cuenta Antonio, la planta de moras es bastante salvaje, por lo que no precisa tantos cuidados especiales. Ni siquiera a la hora de podar:
La planta que este año dio moras y ya se cortó la fruta, se corta a ras de tierra. Y va a dar unas hijas que son las que se van a desarrollar durante verano y otoño para la fruta del año siguiente. O sea, que lo que es la planta dura un año. Pero se regenera de una manera que... ¡Guau! La planta dura un año, se le hace una poda y ya va a hacer producción al año siguiente.
La mora es una fruta que crece silvestre, por lo que puedes imaginar que tampoco es que necesita grandes cuidados. Pero Antonio sabe más sobre esto y nos dice:
La planta de moras como necesitar un tratamiento especial, la verdad es que no lo necesitan. Bueno en caso de que llueva sí, pero la verdad es que si no llueve, es muy salvaje. La mora es una planta salvaje, muy salvaje. Y tiene que venir un tema climatológico para que tengas un tratamiento especial.
Entonces, en caso de que llueva es un problema pero claro que tiene solución:
Normalmente todas las producciones de mora que se hacen bajo plástico. Nosotros la tenemos bajo malla por el tema del calor y por el tema de la piedra, pero para la lluvia, pues no tenemos nada. A la lluvia, lo que pasa es que es como la fresa, también, le entra la botrytis. Cuando se moja, normalmente le entra la botrytis.
Con este hongo hay que tener cuidado porque el problema no ocurre cuando el fruto está en la planta, sino cuando se recolecta y se envía. Antonio nos explica sobre este hongo:
La botrytis es una plaga que, cuando recolectas no se ve, pero llega al destino. Nosotros tenemos la suerte que el destino, máximo son tres días, entre que yo la llevo cuando llega, puede ser tres días.
Claro que no siempre es tan directo como cuando compras en Campos del Abuelo que enviamos fruta recién recolectada de campo al consumidor, y el problema ocurre en la cantidad de días que la fruta está separada de la planta. Nuestro compañero agricultor lo explica con un ejemplo:
Pero cuando tienes una producción que debe ser transportada por ejemplo a Alemania, son tres días o hasta cuatro días. Esto contando es: un día de recolección luego -como mínimo- cuatro días para llegar a Alemania, más dos o tres días que están a la venta… Pues eso llega ya con moho y el moho hace la plaga esta que te cuento, el hongo llamado botrytis.
Esto es evitable de una manera muy sencilla:
Entonces, para que llegue la fruta en condiciones, hay que cortarla seca completamente, y más con el sistema que tenemos en Campos del Abuelo, porque no hay refrigeración en el producto. Entonces, si tú pones una cosa mojada dentro de una cajita de cartón, pues va a llegar la mora llena de pelo antes de la fruta. Esto es porque la botrytis afecta a la fruta cuando está madura, no cuando está verde.
¿Cómo conservar por más tiempo las moras?
Cuando recibimos fruta y verdura en casa, tal vez uno de los primeros pasos que hacemos para guardarla en la nevera es lavarlas. Pero en el caso de las moras, nos dice Antonio, no conviene hacer esto…
No, lavarla no. Lavarla tienes que lavar antes de consumir, si lo haces antes, vas a tener un tema... Normalmente ponen cloro, eso le va a dar un sabor que no debería tener. La mora es prácticamente igual que la fresa o el arándano. La gente lo puede comer sin lavar, porque no tiene ningún tratamiento fitosanitario. No tiene químico.
En Campos del Abuelo nos encargamos de que la fruta y verdura que enviamos a tu hogar sea cultivada a través de métodos respetuosos con la naturaleza. Si deseas saber más sobre cómo se cultivan los productos ecológicos, te recomendamos que leas este artículo.
Para cerrar, Antonio sí recomienda guardar las moras recién llegadas en la nevera. Y, de ser posible, dejar abierta la cajita en la que vienen y colocarles un film común y corriente, del mismo tipo que se utiliza para cuando queda medio melón o media sandía.
El recorrido por la finca ha llegado a su fin por ahora. Esperamos que la sabiduría de Antonio sobre las moras te sea tan útil como a nosotros. Lo mejor es que ya tenemos la fruta para entregar esta semana y hemos probado las moras de su campo y definitivamente tienen el sabor de cuando éramos niños. Por suerte en este caso lo hemos hecho sin ningún rasguño.
Recuerda que en Campos del Abuelo puedes adquirir frutas y verduras directo del campo al hogar sin químicos post-cosecha y, como decía Antonio, sin ningún tipo de refrigeración. Además visitando nuestra tienda online puedes personalizar tu caja con los productos que prefieras.
Hasta la próxima y ¡gracias por leer!