¡Buenos días!
¿Qué tal va tu semana?
Aquí continuamos trabajando. Yendo al campo a recoger los diferentes productos, luego montando cada caja y también resolviendo los problemas que pueden ir surgiendo en el camino...
Como te he contado, trabajar en el campo siempre conlleva estar resolviendo diferentes situaciones. A veces puede ser por el clima, otras veces plagas…O hasta inclusive resolver situaciones con los pedidos o con el envío de las cajas.
Eso sí, no deja de ser muy satisfactorio cuando, después de estar todo el año cuidando los árboles, nuestras naranjas llegan a cada cliente con su sabor y aroma inigualable. Así como las ves aquí, colgando del árbol, llegan a tu casa recién cosechadas:
En la newsletter de hoy, voy a contarte la historia de una enfermedad llamada La Tristeza. Hace varios años hubo un problema con ella y lo árboles de mi familia.
Pero antes, hagamos memoria sobre algo que te conté hace algunas semanas.
En algunas ocasiones hemos hablado de que los árboles necesitan ser injertados para dar frutos de calidad.
Dentro de los árboles de naranjas tenemos a los de naranjas amargas que son llamados también árbol “pie” o “borde”.
Una vez que tienes este árbol pie, debes injertarlo para que de frutos de una variedad determinada. Por ejemplo, injertas el árbol borde con una ramita de variedad Valencia Late y ese árbol, de dar naranjas amargas, pasará a dar naranjas de variedad Valencia Late.
Parece mentira, pero funciona así como te cuento.
Pero… Aquí se complica un poco porque, dentro de los árboles borde, también existen las variedades. Estas variedades tienen determinadas características, que colaboran para que, una vez que los injertes, la planta crezca sana y fuerte.
Entonces, es importante que el árbol que va a recibir el injerto sea resistente. Así, va a poder dar frutos de calidad y que tengan, a su vez las características distintivas de una variedad determinada.
Tal vez recuerdes algo similar en una newsletter sobre los clones de plantas de aguacates que hace Javier, cultivador de aguacates.
Pero… ¿te estarás preguntando adónde voy con esto?
Como te decía, hoy quiero contarte de cuando una plaga llamada La Tristeza, mató a todos los árboles pie de los campos de mi familia. Así como lees.
A principios de los años ‘70 se murieron todos los naranjos por esta enfermedad. Es una bacteria que no tenía cura y afectaba a los árboles pies. Estos eran un tipo de pie amargo que había entonces y que era muy sensible a La Tristeza.
Era un pie muy bueno, producía mucho y buena fruta pero tenía ese problema y al entrar esa bacteria pues, se murieron todos.
Entonces, conforme morían se iban arrancando plantaciones y se iban sembrando de nuevos árboles. Como podrás imaginarte, fue muy fuerte.
Al final, este pie amargo se cambió por pies tolerantes a La Tristeza. Que son las variedades que aquí tenemos: Cleopatra y Carrizo.
Las plantaciones se hicieron cuando existían esas dos que te nombro… Ahora imaginarás que hay algunas más modernas. Pero eso no quita que las que tenemos sean muy buenos árboles pie.
Al día de hoy siguen produciendo mucho y si has recibido nuestras naranjas, sabes la calidad que tienen.
Como verás, todo pedazo de tierra trae consigo muchas historias. Esta es solo una de las muchas que tenemos en las hileras de naranjeros...
Pero por hoy hemos llegado hasta aquí con la historia de La Tristeza.
Y bueno, ¡que no todo son naranjas en esta vida! Antes de despedirme, te recuerdo que tenemos disponible en nuestra web alcachofa tierna. Mírala aquí en pleno crecimiento:
Más adelante seguro te contaré sobre las alcachofas y su crecimiento en tierras valencianas.
Pero por hoy, esto es todo. Hasta la semana que viene,
¡Un fuerte abrazo!