¡Buenos días!

Comienza una semana más y en el campo seguimos a tope. Sí que se siente la primavera en el aire, ¿no? Por aquí siempre es un placer poder recorrer los campos cuando nacen nuevos brotes

Y no solo nuevos brotes, sino también nuevos productos directo desde las montañas ⛰️.

Es una verdadera alegría para mi anunciarte que han regresado nuestras delicias rojas y crujientes directo de los campos de Alexander y Sujan en la montaña. Míralas nada más:

Recibimos hace muy poco la primera cosecha de cerezas. Y mirándolas (bueno y también dándoles una probadita 😅) me puse a pensar en el proceso que hay detrás para que estas cerezas tengan la calidad que tienen. Así que inmediatamente dije: “esto hay que contarlo”. 

Así que, aquí me tenéis. Hoy, te traigo una historia dulce, roja y 100% artesanal… la historia de las cerezas de Alexander y Sujan.

Ellos cultivan sus cerezos en una zona privilegiada del interior de Alicante, en plena montaña. Allí, entre los 600 y 900 metros sobre el nivel del mar, se encuentra un microclima muy especial. Durante el invierno, las temperaturas son lo suficientemente frías para que el árbol entre en reposo (algo fundamental para que luego florezca bien), y en verano, los días son soleados pero las noches siguen siendo frescas. 

Esta diferencia de temperatura día-noche hace que la fruta madure de forma lenta y acumule más azúcares, lo que se traduce en unas cerezas dulces, crujientes y sabrosas de verdad 🍒.

No sé si te ha sucedido lo mismo, pero a mi se me ha hecho agua la boca, pero ¡vamos! que sigo contándote sobre estas pequeñas delicias (y ya luego podré ir a darles una probadita otra vez 🤣).

A las diferencias de temperatura, hay que sumarle el tipo de suelo donde crecen: un terreno calizo y bien drenado, que evita encharcamientos y permite que las raíces respiren bien. Todo esto crea las condiciones perfectas para que la cereza crezca a su ritmo natural, sin prisas.

Ahora bien, el cómo también importa, y mucho.

Estas cerezas son cultivadas de manera artesanal. Desde la poda, al riego y pasando por la protección de los árboles, se realiza sin métodos invasivos. Es por eso que a veces vas a escucharme decir (o escribir) que nosotros acompañamos el proceso de la naturaleza sin invadirlo. El respeto por lo que la tierra nos da, es básico para poder cultivar y enviar productos de calidad. Aquí no hay atajos.

El momento de la recolección también es todo un arte. Cada cereza se cosecha a mano, una por una, por la mañana temprano, cuando el sol aún no calienta demasiado y la fruta está en su punto. Y solo recogen aquellas que están completamente maduras. Así garantizan que, al llegar a tu casa, estén perfectas.

Lo que hacen Alexander y Sujan en Alicante es justamente lo que intentamos defender desde aquí, desde el campo: una forma de cultivar que respeta los ciclos, cuida el entorno, y da unos frutos que saben a verdad.

Y no te voy a mentir... cuando ves una caja llena de cerezas brillantes, con ese rojo intenso, que sabes que vienen de un árbol cuidado con tiempo y cariño, no puedes evitar sentir algo especial. Estás comiendo naturaleza en estado puro.

Ya estamos listos para cosechar bajo pedido, así que si eres de los que esperan la temporada de cerezas con ganas, este es tú momento 📦.

Gracias por estar del otro lado, hasta la semana que viene.

¡Un fuerte abrazo!

Agricultor

 

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