Nada aporta color y sabor como el tomate. Y no sólo en la comida, sino también en la huerta. Hay que ver primero el amarillo de sus flores y luego la transición del fruto que va del verde al rojo, pasando por tonalidades amarillas, naranjas y hasta a veces, rosas.
En un principio, cuando apenas llegó a Europa se creía que el tomate era tóxico. Es que el rojo suele ser un color que significa alerta. Por eso, en un comienzo fue utilizado como ornamentación, algo que también sucedió con la patata.
A través de este artículo, contaremos con las palabras de Julio. En sus campos tiene algunas variedades, entre ellas el tomate valenciano. En este momento le preocupa una plaga, así que también nos contará cómo la combate mediante la utilización de un método ecológico.
Siempre lo decimos: La agricultura no es tan sencilla como plantar la semilla, echar agua y dejar la planta al sol. La agricultura es un trabajo duro, consciente y en el que hay que estar todos los días. Así que vamos a conocer sobre el cultivo del tomate. Eso sí, antes, vamos a explorar brevemente los orígenes de este delicioso fruto.
Origen del tomate
Al igual que muchas frutas y hortalizas, el tomate llegó a Europa desde el continente americano. Crecía silvestre en las zonas de Perú y Ecuador, pero se dice que los primeros en domesticar estas plantas fueron los aztecas. De estos antiguos pobladores mexicanos proviene su nombre, de la lengua náhuatl: tomat.
Lo curioso es que el aguacate proviene de la misma zona y su nombre también tiene orígenes en el náhuatl. Si quieres saber más, te recomendamos este artículo que habla sobre la historia y el origen del aguacate. Ahora sigamos con el tomate.
Como contábamos, una vez que llegó a Europa, se lo utilizaba de manera ornamental. A partir del S. XVIII comenzó a cultivarse con fines alimentarios y rápidamente aumentó su popularidad. Y claro, una vez que llegó a Valencia se hizo parte de la tradición de cultivar, tanto así que existe una de las variedades que cultiva Julio: El tomate valenciano.
Sobre el cultivo del tomate
Al igual que el pimiento y la patata, el tomate es de la familia de las solanáceas de plantas con flores. La planta está completamente cubierta de unos pelillos por los que absorbe agua y nutrientes. Sus hojas son aromáticas y tienen bordes dentados.
Son plantas que florecen en abundancia y de sus flores comienzan a venir los tomates que van tomando su rojo característico una vez que están en su punto de maduración.
Julio nos cuenta que los tomates que él cultiva en su campo son híbridos: Hemos tenido que sacrificar las variedades locales porque son rastreras, son las que se cultivan en tierra.
Dentro de las plantas rastreras tenemos al calabacín, planta para la que sí funciona crecer al ras del suelo, pero en el caso de los tomates no.
Como nos dice Julio: los tomates se entutoran para obtener frutos de buena calidad. Hemos elegido esta forma de cultivo ya que en el suelo es más difícil que se desarrollen en óptimas condiciones y de manera más sana.
Es que al entutorar los tomates las plantas producen más, logran que la recolección de frutos sea más cómoda y colabora para controlar plagas y enfermedades.
En esta imagen puedes ver a Eduardo, fundador de Campos del Abuelo, junto a una plantación de tomates entutorados. Mira qué firme se ve esa estructura:
La plaga de la tuta en el cultivo de tomate
Una de las plagas a las que deben enfrentarse los cultivadores de tomate como Julio es a la tuta. La tuta es un bichito similar a una polilla que afecta al fruto en cualquiera de sus estadios y va “minando”, es decir, haciendo túneles mientras se alimenta del mismo.
Para combatirla, nuestro compañero agricultor, tiene un control biológico con insectos que se alimentan de los huevos y larvas de la tuta. Julio al respecto nos dice:
La tuta se esconde entre el tronco y el tomate, dañando también los pedículos de la fruta, siempre busca estar en lugares donde resguardarse. Los tratamientos para esta plaga, además de ser ecológicos, deben ser respetuosos con estos insectos que se alimentan de la tuta, por esta razón utilizamos el azufre.
Los insectos que se alimentan de la tuta, llegan porque Julio tiene en su campo diferentes plantas en las que viven. Al comenzar la primavera, los coloca intencionalmente en los setos, donde viven y se alimentan de la Tuta. Lo positivo es que no afectan a la planta y mantienen un balance de daño-beneficio.
Otra plaga que puede afectar a los cultivos de la familia de las Solanáceas es el escarabajo. En este artículo sobre el cultivo de la patata, Vicent, cultivado agroecológico pone de ejemplo que, para luchar contra ese tipo de insectos, utiliza la rotación de cultivos.
Otra herramienta que Julio utiliza es el azufre en sus cultivos, considerado muy útil para combatir hongos y permitido en la agricultura ecológica. Sobre esto Julio nos cuenta: Al secarse, el azufre deja manchas blancas en la superficie de la fruta o verdura, lo que ayuda a eliminar los ácaros. El azufre no tiene ningún riesgo, ya que en agricultura ecológica tiene un plazo de un día o ninguno, es decir, se puede aplicar y recolectar el mismo día.
Un poco sobre el origen, el cultivo con julio y sobre una de las plagas que afectan al tomate, pero seguimos sin saber por qué se lo consideraba tóxico. Vamos a conocer la razón porque es una historia muy curiosa.
¿Por qué el tomate se consideraba tóxico en el pasado?
Como decíamos al principio, cuando apenas llegó a Europa, se creía que el tomate era tóxico. Esto era porque en verdad cuando la gente lo comía moría. Pero tranquilos, que no era culpa del tomate.
Se comenzó a ver que quienes se envenenaban eran las personas que comían con vajillas. Si alguien encontraba un tomate en la calle y lo comía no les pasaba nada. Ahora, si estaban sentados a una mesa y utilizaban platos, bueno lo más probable era que terminaran mal.
El problema real radicaba en que los platos utilizados estaban hechos con una aleación de plomo. Entonces, al entrar los platos en contacto con la acidez del tomate, el plomo se liberaba, terminaba en el organismo del comensal y derivaba en su muerte.
Cuando esto se descubrió se dejó de lado la potencial toxicidad del tomate y pasó a ser muy popular en las cocinas de Europa. Tan popular como lo es al día de hoy.
Conocida esta historia y aunque en un principio la relación con el tomate en nuestras tierras empezó con ciertos altercados, podemos afirmar que al día de hoy es básico en nuestra cocina y en nuestra alimentación. Y claro, también en nuestros campos.
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Hasta la próxima y ¡gracias por leer!