El mejor tomate del mundo es aquel que combina el perfecto equilibrio entre dulzor y acidez, con una textura jugosa, aroma intenso y sabor auténtico que nos transporta directamente a la huerta. No existe una única respuesta definitiva, ya que diversas variedades como el Perón de Zaragoza, el tomate RAF, el valenciano o el corazón de buey compiten por este título, cada una con características únicas que las hacen extraordinarias según el paladar y las preferencias de cada persona.
En un mundo donde los tomates de supermercado han perdido gran parte de su sabor original, descubrir un auténtico tomate con sabor intenso se ha convertido casi en una experiencia reveladora. Como apasionados de la agricultura sostenible en Campos del Abuelo, queremos llevarte en un viaje por las variedades más extraordinarias de tomates, esas joyas que han sobrevivido a la industrialización y que conservan el auténtico sabor que recordamos de nuestra infancia.
Las variedades de tomate más premiadas en España
España es un paraíso para los amantes del buen tomate, con variedades locales que han sido cuidadosamente seleccionadas durante generaciones. Entre las más destacadas encontramos algunas que han recibido reconocimientos oficiales por su calidad excepcional.
El Perón de Zaragoza: campeón nacional por segundo año consecutivo
El tomate Perón de Zaragoza ha sido coronado como el mejor tomate de España en 2024 por segundo año consecutivo en la VI Feria Nacional del Tomate Antiguo de Polanco. Cultivado por la sociedad Huerto es Vida en Cogullada (Aragón), este tomate representa la perfecta combinación entre tradición e innovación ecológica.
Lo que hace especial al Perón es su piel fina y carne jugosa, con un equilibrio perfecto entre ácido málico y azúcares naturales. Su cultivo respeta el ciclo natural de maduración, sin forzar su crecimiento con químicos, lo que potencia sus cualidades organolépticas y su contenido en licopeno, un poderoso antioxidante.
Este tomate ha sido rescatado de semillas recuperadas en el Alto Aragón, donde históricamente se cultivaba en huertos familiares. Su revalorización no solo ha impulsado el turismo agroecológico en la región, sino que ha permitido a pequeños agricultores duplicar sus ingresos respecto a cultivos híbridos.
El Aretxabaleta: el tesoro vasco que cautiva paladares
Galardonado en 2021 y 2022, el tomate Aretxabaleta debe su supervivencia a Koldo Zubizarreta, quien lo rescató de la extinción colaborando con los últimos productores de Guipúzcoa. De tonalidad rosada y tamaño mediano, destaca por su carne maciza y escasas pepitas, características que lo hacen ideal para gazpachos y salsas.
Su cultivo en laderas ventiladas del País Vasco previene enfermedades fúngicas, reduciendo la necesidad de tratamientos químicos. Esta variedad representa perfectamente cómo el microclima de una región puede influir decisivamente en las características de un tomate.
El Aretxabaleta es un ejemplo perfecto de cómo la pasión por recuperar variedades tradicionales puede dar como resultado productos de altísima calidad que compiten con éxito en el mercado actual, pese a su menor rendimiento productivo.
El Rosa de Sumbilla: la joya navarra
Procedente de huertos en la localidad de Sumbilla, esta variedad navarra obtuvo el segundo puesto en la competición de 2024. Con un sabor ligeramente más ácido que el Perón, es especialmente apreciado en encurtidos y platos de caza.
La cooperativa Santos Losua combina técnicas tradicionales con riego por gravedad, aprovechando las aguas del río Bidasoa para intensificar su carácter mineral. Este método de cultivo demuestra cómo las técnicas ancestrales siguen siendo relevantes y efectivas en la agricultura moderna.
El Rosa de Sumbilla representa el orgullo de una región por mantener viva su tradición agrícola, adaptándola a los tiempos actuales sin perder su esencia.
El tomate valenciano: la joya del Mediterráneo
Cuando hablamos de tomates excepcionales, el tomate valenciano merece un capítulo aparte. Este tomate, cultivado en las tierras arenosas y salinas cercanas al mar Mediterráneo, posee unas características únicas que lo convierten en uno de los mejores del mundo según muchos expertos y agricultores locales.
Como nos explica Eduardo, agricultor valenciano con décadas de experiencia y fundador de Campos del Abuelo: "De todos los tomates que he probado a lo largo de mi vida, el mejor es el valenciano. Es el que reúne todas las condiciones para ser un buen tomate: maduro, cogido de la mata en su momento y comido cuando toca. Ese es el tomate espectacular".
El tomate valenciano se caracteriza por su piel fina y delicada, lo que le confiere una textura incomparable pero también lo hace extremadamente sensible al transporte. Esta fragilidad explica por qué es difícil encontrarlo fuera de su zona de producción y por qué mantiene ese carácter local tan marcado.
El terroir valenciano, con su tierra arenosa y salina, junto con un clima benigno ni demasiado cálido ni frío, crea las condiciones perfectas para el desarrollo de este tomate excepcional. Como señala Eduardo nuestro experto: "El tomate valenciano necesita un tipo de tierra arenosa y salina, lo cual se da muy bien en las zonas cercanas al mar".
A pesar de su excelencia, el tomate valenciano enfrenta desafíos importantes. Como nos comenta el agricultor: "El mayor desafío es que el tomate valenciano está muy localizado aquí, en esta zona. No es un tomate que pueda competir con otros más productivos que se cultivan en grandes explotaciones". Esta realidad refleja la tensión entre calidad y productividad que afecta a muchas variedades tradicionales.
Si tienes la oportunidad de probar un auténtico tomate valenciano, no la desaproveches. Es una experiencia gastronómica que te conectará con la esencia misma de la huerta mediterránea.
El tomate RAF: el "pata negra" de los tomates
El tomate RAF (Resistente Al Fusarium) se ha ganado con justicia el apodo de "pata negra" de los tomates. Originario de Almería, este tomate nació de la necesidad de los agricultores almerienses de encontrar soluciones frente a las plagas de hongos que amenazaban sus cultivos en los años 60.
Lo que hace único al RAF son las condiciones específicas de su cultivo. Se siembra principalmente en Cabo de Gata, La Cañada y El Alquián, zonas que reúnen las condiciones idóneas: salinidad del terreno y clima suave en invierno. Esta salinidad del agua con la que se riega es uno de los secretos de su sabor, ya que gracias a ella el fruto genera azúcares que lo convierten en toda una delicia.
Visualmente, el RAF se distingue por su forma asurcada e irregular. En un mercado dominado por tomates perfectamente redondeados, el RAF destaca por su aspecto imperfecto pero lleno de carácter. Lo reconocerás por su color verdoso, con unas vetas oscuras en forma de corona en su parte superior y por su carne firme.
Además de su extraordinario sabor, el RAF es rico en vitamina A y C, contiene antioxidantes y carotenoides beneficiosos para el corazón. Su temporada óptima se sitúa entre enero y febrero, aunque puede encontrarse desde finales de octubre hasta mediados de mayo.
El precio más elevado del tomate RAF se justifica por su baja producción: donde las tomateras normales producen alrededor de 20 kilos, esta variedad tan solo da unos 4. Sin embargo, como suele decirse, la experiencia de probarlo merece cada céntimo invertido.
El tomate corazón de buey: forma única, sabor incomparable
El tomate corazón de buey debe su nombre a su característica forma, que recuerda al corazón de este animal. Es una variedad antigua que ha resistido el paso del tiempo gracias a sus extraordinarias cualidades organolépticas y a la pasión de agricultores que han mantenido viva esta tradición.
Entre las versiones más destacadas encontramos los Tomates OX, que según el chef José Andrés representan "cuando un tomate se convierte en fruta". Como explica Álvaro Martín, uno de los accionistas de la empresa que los cultiva: "La principal diferencia de este tomate es su sabor, y es que al ser un producto que no ha sido alterado genéticamente, solo va a saber a tomate de verdad".
El cultivo del tomate corazón de buey requiere técnicas específicas y mucha dedicación. Como nos explica Eduardo desde tierras valencianas: "El tomate es una planta que requiere mucha mano de obra. Hay que ir atándola conforme crece, quitarle los 'brazos' o 'ojos' que salen por los laterales para que el tomate crezca hacia arriba en una sola caña".
Esta variedad se caracteriza por su gran tamaño, su forma irregular y acostillada, y su pulpa carnosa con pocas semillas. Su sabor es intenso, dulce y con un equilibrio perfecto de acidez. Es ideal para consumir en crudo, en ensaladas o simplemente con un poco de sal y aceite de oliva virgen extra.
El corazón de buey es también uno de los tomates más versátiles en la cocina, aunque muchos puristas consideran que cocinarlo sería casi un sacrilegio, dada la intensidad de su sabor natural.
El tomate amarillo de Rusia: la sorpresa internacional
El tomate amarillo de Rusia ha destacado como una variedad líder a nivel internacional, premiado por su dulzura equilibrada y adaptabilidad climática. Introducido en España a principios del siglo XXI, proviene de la región de Krasnodar, donde se cultiva desde el siglo XIX.
Su éxito en concursos españoles radica en su adaptación a climas fríos: en Cantabria y Asturias, fructifica incluso en veranos húmedos, gracias a su resistencia al mildiu. Agricultores como David Aguirre (galardonado en 2024) emplean invernaderos no climatizados para simular las condiciones rusas, obteniendo frutos de hasta 600 gramos con piel brillante y pulpa densa.
Con un dulzor prominente y notas cítricas, este tomate es versátil en cocina: desde ensaladas donde contrasta con quesos azules, hasta mermeladas equilibradas con vinagre balsámico. Nutricionalmente, su alto contenido en betacaroteno —responsable del color amarillo— lo posiciona como aliado para la salud ocular.
A pesar de su calidad excepcional, su producción se limita a circuitos especializados debido a su corta vida postcosecha, lo que lo convierte en un producto exclusivo y codiciado.
La revolución de las variedades antiguas: sabor vs. productividad
En los últimos años estamos asistiendo a una auténtica revolución en el mundo del tomate, con un creciente interés por recuperar variedades antiguas que habían sido desplazadas por híbridos comerciales más productivos pero con menos sabor.
Bancos de semillas: guardianes de la biodiversidad
El Banco Municipal de Semillas de Bezana, pionero en España, almacena más de 500 variedades antiguas, incluyendo todas las ganadoras de la feria nacional. Según Pablo Gómez, su presidente: "Cada semilla es un libro de historia vivo; preservarlas es proteger nuestra identidad agrícola".
Estas entidades colaboran con universidades para estudios genéticos, identificando marcadores de resistencia a plagas que podrían cruzar con variedades modernas. Su labor es fundamental para mantener vivo el patrimonio agrícola y garantizar la diversidad genética de nuestros cultivos.
En Campos del Abuelo valoramos enormemente esta labor de conservación, ya que entendemos que la biodiversidad es esencial para un sistema alimentario sostenible y resiliente.
Agricultura ecológica: mitos y realidades
A menudo se critica la agricultura ecológica por su menor rendimiento, pero la realidad demuestra su viabilidad en tomates antiguos: el Perón de Zaragoza rinde 8 kg/m² frente a 12 kg de híbridos, pero se vende a triple precio.
Además, técnicas como el acolchado con paja o la asociación con albahaca reducen un 30% el consumo hídrico, algo fundamental en regiones áridas como Aragón. Estas prácticas sostenibles no solo benefician al medio ambiente, sino que también contribuyen a obtener productos con mejor sabor y más saludables.
Como explica Eduardo: "No creo que se esté perdiendo el valor de las variedades locales valencianas, lo que realmente se está perdiendo es la agricultura en general. Cada vez hay menos agricultores, y eso afecta a todos los cultivos". Esta realidad nos invita a reflexionar sobre la importancia de apoyar a los pequeños productores locales que mantienen vivas estas tradiciones.
El rol de las ferias en la concienciación
Eventos como la Feria de Polanco incluyen talleres de extracción de semillas y cocina de aprovechamiento, educando a miles de estudiantes anuales en soberanía alimentaria. En 2024, se repartieron 500 kg de tomates en catas comparativas, ilustrando las diferencias entre variedades industriales y antiguas.
Estas ferias no solo son escaparates para los mejores productos, sino también espacios de encuentro y aprendizaje donde consumidores y productores pueden compartir conocimientos y experiencias. Son fundamentales para crear una cultura alimentaria basada en el aprecio por los productos de calidad y el conocimiento de su origen.
¿Qué hace que un tomate sea el mejor del mundo?
Determinar cuál es el mejor tomate del mundo es una tarea subjetiva que depende de múltiples factores. Sin embargo, existen algunos criterios que los expertos consideran fundamentales para evaluar la calidad de un tomate.
El equilibrio perfecto: dulzor, acidez y umami
Un gran tomate debe presentar un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez, con notas de umami que potencien su sabor. Como describe Álvaro Martín sobre los tomates OX: "Es un tomate muy umami, sabe a tierra, sabe a tradición, tiene un equilibrio perfecto entre el dulce, el ácido, el salado… en boca se te queda, te da vueltas, es muy adictivo".
Este equilibrio no se consigue artificialmente, sino que es el resultado de un cultivo cuidadoso y de la selección de variedades que naturalmente poseen estas características. El contenido en azúcares (medido en grados Brix) es un indicador importante, pero debe estar en armonía con la acidez para lograr ese sabor complejo y satisfactorio.
Textura y jugosidad: la experiencia sensorial completa
La textura es otro factor determinante. Un buen tomate debe ser firme pero jugoso, con una piel que ofrezca cierta resistencia al morderlo pero que no sea dura ni correosa. La pulpa debe ser carnosa y fundente, liberando sus jugos de forma generosa pero sin resultar acuosa.
La cantidad de semillas y su distribución también influyen en la experiencia sensorial. Las variedades con pocas semillas, como el corazón de buey, suelen ser más apreciadas por su textura más homogénea y agradable.
Aroma y persistencia: el recuerdo que deja
El aroma es un componente esencial de la experiencia. Un gran tomate debe oler intensamente a huerta, a tierra húmeda, a sol. Este aroma debe ser persistente y trasladarse al paladar, dejando un recuerdo duradero tras su degustación.
Como señala Eduardo, agricultor y fundador de Campos del Abuelo: "Un tomate que nos transporta a la huerta, a una época donde el tomate sabía a verdadero tomate". Esta capacidad evocadora es quizás uno de los aspectos más valorados por los auténticos amantes del tomate.
Cómo disfrutar al máximo de un tomate excepcional
Para apreciar en toda su dimensión un tomate de alta calidad, es importante saber cómo consumirlo y conservarlo adecuadamente.
La sencillez como mejor aliada
Los mejores tomates brillan con más intensidad cuando se consumen de forma sencilla. Un poco de sal en escamas y un chorrito de aceite de oliva virgen extra son suficientes para realzar sus cualidades naturales. Como se suele decir del tomate RAF: "Sus características organolépticas tan únicas no requieren de demasiados acompañamientos para sacarle todo el partido".
Las ensaladas sencillas, donde el tomate es el protagonista, son una excelente opción. También pueden combinarse con quesos suaves, anchoas o simplemente con un poco de pan para recoger sus jugos.
Conservación adecuada para mantener sus cualidades
Para conservar un tomate de calidad, lo recomendable es mantenerlo fuera del frigorífico hasta que alcance su punto óptimo de maduración. Una vez maduro, puede refrigerarse para prolongar su vida útil, pero siempre debemos sacarlo de la nevera unos 15-20 minutos antes de consumirlo para que recupere todo su aroma y sabor.
Es importante almacenar los tomates con el pedúnculo hacia abajo para evitar que pierdan jugos y mantenerlos separados de otras frutas que producen etileno, como plátanos o manzanas, ya que acelerarían su maduración.
El momento óptimo de consumo
Cada variedad tiene su temporada óptima. Por ejemplo, el RAF alcanza su mejor momento entre enero y febrero, mientras que el Perón de Zaragoza está en su apogeo a finales de verano. Respetar estos ciclos naturales nos permite disfrutar de cada variedad en su máximo esplendor.
Como nos recuerda el agricultor valenciano: "Un buen tomate debe ser maduro, cogido de la mata en su momento y comido cuando toca". Esta sencilla fórmula es la clave para disfrutar de una experiencia gastronómica excepcional.
En Campos del Abuelo nos esforzamos por ofrecer cada variedad en su momento óptimo, respetando los ciclos naturales y garantizando que nuestros clientes reciban productos en su punto perfecto de maduración.
Preguntas frecuentes sobre los mejores tomates del mundo
¿Por qué los tomates antiguos tienen más sabor que los comerciales?
Los tomates antiguos o tradicionales han sido seleccionados durante generaciones principalmente por su sabor, mientras que las variedades comerciales modernas se han desarrollado priorizando características como la productividad, resistencia al transporte y apariencia uniforme, sacrificando en el proceso parte del sabor y aroma.
Además, las variedades antiguas suelen cultivarse en condiciones más naturales, con menor uso de fertilizantes químicos y permitiendo una maduración completa en la planta, lo que potencia su desarrollo de aromas y sabores. Como explica Álvaro Martín sobre los tomates OX: "Al ser un producto que no ha sido alterado genéticamente, solo va a saber a tomate de verdad".
¿Cómo puedo distinguir un tomate de alta calidad en el mercado?
Para identificar un tomate de calidad, fíjate en estos aspectos:
- Aroma intenso y característico a tomate
- Piel firme pero no dura, con un color uniforme y brillante
- Peso considerable en relación a su tamaño (indica densidad y jugosidad)
- Pedúnculo verde y fresco (si lo conserva)
- Ausencia de manchas, golpes o zonas blandas
Recuerda que la perfección estética no siempre es sinónimo de calidad. Muchas variedades excepcionales, como el RAF, tienen formas irregulares o colores no uniformes.
¿Es mejor comprar tomates ecológicos o convencionales?
Los tomates ecológicos suelen ofrecer mejor sabor y mayores beneficios para la salud y el medio ambiente, ya que se cultivan sin pesticidas químicos y con métodos que respetan los ciclos naturales. Como indica un estudio citado en nuestra investigación, los tomates ecológicos como el Perón de Zaragoza acumulan mayores niveles de licopeno —antioxidante vinculado a la salud cardiovascular— comparado con variedades convencionales.
Sin embargo, lo más importante es la variedad y el método de cultivo. Un tomate de una variedad tradicional, cultivado con respeto por sus ciclos naturales y recogido en su punto óptimo de maduración, ofrecerá una experiencia superior independientemente de si tiene certificación ecológica oficial.
En Campos del Abuelo apostamos por métodos de cultivo sostenibles que respetan tanto el producto como el entorno en el que se cultiva.
¿Puedo cultivar tomates de alta calidad en mi propio huerto o terraza?
Absolutamente. Cultivar tus propios tomates puede ser una experiencia muy gratificante y te permitirá disfrutar de variedades que difícilmente encontrarás en el comercio convencional. Para obtener buenos resultados:
- Elige variedades tradicionales adaptadas a tu clima local
- Utiliza semillas de calidad, preferiblemente de productores locales o bancos de semillas
- Proporciona al menos 6-8 horas de sol directo diarias
- Mantén un riego regular pero no excesivo
- Utiliza soportes para que las plantas crezcan verticalmente
- Elimina regularmente los brotes laterales para favorecer el desarrollo del tallo principal
Como nos recuerda el agricultor valenciano: "Hay que ir atándola conforme crece, quitarle los 'brazos' o 'ojos' que salen por los laterales para que el tomate crezca hacia arriba en una sola caña". Este tipo de cuidados manuales son esenciales para obtener frutos de calidad.
¿Qué beneficios para la salud aportan los tomates de alta calidad?
Los tomates de alta calidad, especialmente los cultivados con métodos tradicionales o ecológicos, aportan numerosos beneficios para la salud:
- Son ricos en licopeno, un potente antioxidante relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer
- Contienen vitaminas A, C y E, fundamentales para el sistema inmunológico
- Aportan minerales como potasio, magnesio y fósforo
- Son bajos en calorías y ricos en fibra, lo que favorece la digestión
- Tienen propiedades antiinflamatorias naturales
Además, variedades como el tomate amarillo de Rusia tienen un alto contenido en betacaroteno, beneficioso para la salud ocular, mientras que las variedades de pulpa roja son especialmente ricas en licopeno.
Conclusión: El mejor tomate es el que te conecta con la tierra
Después de este recorrido por las variedades más extraordinarias de tomates, podemos concluir que no existe un único "mejor tomate del mundo", sino diferentes expresiones de excelencia adaptadas a distintos terroirs, tradiciones y preferencias personales.
Lo que sí podemos afirmar es que el mejor tomate será siempre aquel que ha sido cultivado con respeto por sus ciclos naturales, recogido en su punto óptimo de maduración y consumido fresco, permitiéndonos reconectar con los sabores auténticos de la tierra.
Como dijo el chef Antonio Vicente durante la feria de Polanco: "Un tomate excepcional no necesita adornos; habla por sí mismo de la tierra que lo vio nacer". Esta frase resume perfectamente la filosofía que defendemos en Campos del Abuelo: productos honestos, cultivados con pasión y respeto, que conservan todo su sabor y nos conectan con nuestras raíces.
Te invitamos a explorar nuestras verduras de temporada y descubrir por ti mismo la diferencia que marca un producto cultivado con amor y respeto por la tierra. Porque al final, el mejor tomate del mundo podría estar esperándote en tu próxima cesta de Campos del Abuelo.
