¡Buenos días👋!
Hoy vengo a contarte la historia detrás de un producto que parece sacado de una novela de ciencia ficción…

 

Un bulbo que conocemos bien, sobre todo en la costa este de España, pero vestido de color azabache.

 

¿Sabes ya de que estoy hablando? La última pista va, llevamos ya un par de semanas vendiéndolo, ¡Pero no vale mirar eh, eso es trampa!

Estoy hablando del Ajo negro de Jesús🧄.
Agricultor con ajos negros en las manos
Agricultor con manojo de ajos
La primera vez que lo vi yo también me quedé sorprendido, sobre todo cuando me dijeron que no se trataba de otra variedad, si no del mismo ajo blanco que se usa para hacer allioli.

Hablando del allioli, más conocido como ajoaceite, a mí siempre me ha encantado, pero a mi mujer el regusto que deja nunca le hizo mucha gracia.

Y algo me da que nuestra situación no era aislada, porque un grupo de científicos y nutricionistas – no tengo pruebas de esto, pero estoy convencido de que en parte por orden de sus señoras esposas👀🤭 – dio con esta maravilla buscando por un método para reducir este regusto tan molesto hace apenas un par de décadas.

Y vaya si lo lograron, el ajo negro es una versión más suave del ajo normal, es más dulce y casi no deja regusto.

Y si por esto fuera poco, también aumentaron muchísimo sus valores nutricionales, y si el ajo ya era bueno, el ajo negro tiene tantas propiedades que los nutricionistas le han dado el título honorífico de superalimento.

Pero a todo esto, ¿Qué hicieron para conseguir estos resultados?

Porque fíjate que parece que este carbonizado, es un espectáculo de ver en persona. 
Ajo negro por cortado a la mitad, revelando un negro azabache con dientes con un crsitalino brilloy
e prendieron fuego con un mechero como si fuera una falla😲🔥?

Pues no, estaría gracioso, pero la solución era más fácil de lo que cabria pensar.

No hacen falta ningún tipo de químicos ni cosas raras.

La clave era una de esas habilidades que antes nos sobraba, pero ahora nos cuesta mucho: La paciencia.

Antes mencioné quemarlos con fuego directamente; Bueno, pues es de hecho lo contrario.

Para hacer ajos negros, se tiene que dejar los ajos reposar por lo menos por un mes a 60 grados en un ambiente con alta humedad.

Piensa en este proceso como cocinarlos a fuego extremadamente lento.

En este proceso los azúcares naturales del ajo se caramelizan, y las sustancias volátiles que causan los malos olores reaccionan para generar aromas más agradables.

Este mismo proceso se da, por ejemplo, en el pan cuando se hornea, en la carne cuando se hace a la parrilla, o en la producción de caramelo, entre muchas otras…

Ya ves, era tan fácil y a nadie le dio por tomarse el tiempo… ¡Y a saber cuántas maravillas nos estaremos perdiendo!

¿Y yo me pregunto, si lo hubiese descubierto yo le podría haber puesto nombre🤔?

Por si acaso voy a empezar a poner algunas verduras a madurar; Os mantendré informados por si encuentro un nuevo superalimento😜.

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